sábado, 14 de septiembre de 2013
"Sinceridades"
Segura de sus pasos Hilda dejó en vilo a Joao, mientras cocía los botones de su camisa iba sacándose lentamente y deliciosamente los zapatos. Esos zapatos viejos y remendados que él le había regalado aquella calurosa tarde de cumbia, cumbia colombiana, claro está.
Joao le tiró una sonrisa delgada como un hilo e igual de silenciosa. La miraba de reojo mientras ella cocía concentrada y cantaba. Porque a ella le gustaba cantar esos cantos en los que necesariamente tiene que llevar una flor en el cabello y una voz caribeña y sensual.
Finalmente Joao le habló:
- Te veo....y tienes cara de tener otro nombre
- Vos tienes cara de pelotudo
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